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Maratones descuidadas: no hay leyes que exijan un certificado médico

En Tandil, Córdoba y Rosario murieron tres deportistas que corrían carreras. Los especialistas advierten que no son para cualquiera y que, además de una adecuada preparación, se necesitan chequeos médicos. Un proyecto de ley.

Por: Yésica De Santo
Los casos fatales durante maratones, tanto en el país como en el mundo, golpean a la opinión pública en cada oportunidad, y con cada muerte surgen las mismas preguntas: ¿cualquiera puede correr un maratón? ¿existe legislación que obligue al corredor a entregar un certificado médico o al organizador a exigirlo?.

En los últimos años se observó un aumento significativo de corredores en distintos maratones en los que se compite en forma masiva. Muchos de ellos se anotan sin estar en condiciones físicas, y en la mayoría de estos eventos multitudinarios no se piden los aptos médicos. El último caso fatal que trascendió fue el del atleta Ricardo Subiela, de 52 años, quien falleció como consecuencia de un paro cardiorrespiratorio luego de haber corrido los 42 kilómetros de la 13ª edición del Maratón Internacional Día de la Bandera en Rosario. «En aquel maratón, como en la mayoría de las carreras, no se pidió el certificado médico a los participantes», destacó Norberto Debbag, deportólogo y cardiólogo. «La presentación del certificado médico debería ser obligatoria, sin embargo, comúnmente se le hace firmar a los corredores un deslinde de responsabilidades en el que el participante afirma contar con buena salud para llevar a cabo la actividad física», agregó el experto en diálogo con Tiempo Argentino.
En la Argentina no existe legislación que exija la presentación de un apto médico a la hora de correr una carrera o maratón. La norma más cercana en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es la Ley 139, reglamentada en 2004 que establece la presentación de un apto médico para poder ingresar a un gimnasio.

«Antes de correr, los menores de 35 años deberían presentar una historia clínica, un examen de laboratorio anual, uno de orina, un electrocardiograma y la revisión cardiovascular. En base a los resultados, se pedirían o no otros como la ergometría o el ecocardiograma que deberían ser obligatorios para los mayores de 35 años», informó Debbag.

En el 85% de los casos, la causa de muerte en menores de 35 años se debe a cardiopatías de tipo congénitas como la miocardiopatía hipertrófica, anomalía de las arterias coronarias, displasia arritmogénica del ventrículo derecho. Las causas extra cardíacas suelen ser el golpe de calor, el doping por cocaína, efedrina, las crisis asmáticas y la aneurisma cerebral. A partir de los 35 años, la primera causa de muerte es la enfermedad coronaria, principalmente el infarto agudo de miocardio.

«Cada persona debe ser consciente de su salud y de que participar de un maratón es una decisión que no se toma de un día para el otro», destacó Lautaro Tabasco, licenciado en Alto Rendimiento Deportivo, y coordinador general del grupo de entrenamiento físico LT de Argentina. En la actualidad, el grupo entrena a 200 personas entre amateurs y atletas profesionales. Para ingresar a los grupos es necesario entregar un apto médico que se renueva anualmente.
El grupo LT organiza maratones en la Ciudad de Buenos Aires. «A quienes no pertenecen al grupo, se les hace firmar un deslinde de responsabilidades. Sería demasiado engorroso que todas las personas tuvieran que presentar un certificado médico para anotarse al evento», afirmó Tabasco a este diario.

Por su parte, Mario Petrucci presidente de la Asociación Civil Carreras y Maratones Ñandú, organizadora de la Maratón de Buenos Aires, informó que «al momento de la inscripción exigimos un certificado médico y también un deslinde legal. Además, hay médicos que realizan los chequeos en el momento». Para Petrucci, «correr es muy bueno para la salud» y «recomendamos empezar de a poco, entrenarse y alimentarse bien. Una maratón no es para cualquiera, se requieren años de preparación».

En mayo, el diputado nacional Lino Walter Aguilar presentó en la Cámara de Diputados de la Nación un proyecto de ley que determina la obligatoriedad de presentar estudios médicos previos a la competencia a todos los deportistas (profesionales o amateurs). En los fundamentos se detalla que «el 12,5% de las defunciones que se producen de forma natural son muertes súbitas, y de este porcentaje el 88% son producidas por cuestiones cardíacas».

Comentario:
La nota me parece clara y muy real , pero no comparto lo que dice Lautaro Tabasco, licenciado en Alto Rendimiento Deportivo, y coordinador general del grupo de entrenamiento físico LT de Argentina que manifiesta que «Sería demasiado engorroso que todas las personas tuvieran que presentar un certificado médico para anotarse al evento», es simple el que no tiene el Apto Médico no compite y va a ser así dentro de poco tiempo.

Difundir es prevenir

Dr. Norberto Debbag
Deportólogo Cardiólogo(UBA)
Ozonoterapeuta (post grado UBA)
drdebbag@hotmail.com
www.medicalsport.com.ar

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Un comentario

  1. Cada vez que parte un amigo en la competencia vuelve la polémica sobre las condiciones físicas, los controles, las responsabilidades de los organizadores, individuales y los eventuales certificados médicos. Yo tengo muchas carreras y todos los controles que corresponden, pero si le pido un certificado al profesional pondría «Juanca está en este momento en condiciones de correr»…cuando salga del consultorio ya no se sabe. Creo que las organizaciones y los organizadores hacen lo mejor posible para permitirnos correr. Desde los aspectos legales, de prevención, de asistencia, seguros, paramédicos, etc. Sin embargo en tantos miles que corremos es imposible preveer todas las alternativas. El cuerpo humano es muy complejo y el evento desgraciado puede estar a la vuelta de cualquier esquina y en cualquier momento. No creo que podamos responsabilizar a las organizaciones. Que tengan su objetivo económico no significa que no traten de hacer lo mejor posible. Somos nosotros mismos responsables de nuestras posibilidades y nuestro estado. Incluso en la carrera donde debemos tener la mesura de amigarnos con nuestras posibilidades y no dar ese tranco de más por un record que le gane al amor propio y en el que podemos perder la vida. A seguir tranqueando, somos una familia muy saludable en la que a veces ocurre un evento tan triste como el de Pablo y que nos debe llamar a la reflexión para revisar nuestro estado físico y nuestro límite deportivo como corresponde. Juanca.